POR SIEMPRE...
Últimamente he colocado en este casi diario, comentarios de agradeciemiento a una amiga, a una tía, aunque este no era inicialmente el motivo del blog, no puedo dejar por fuera en este momento un agradecimiento más.
Esta vez no a una apersona sino a un gran compañero, confidente y amigo, a mi perro Bigger, un rottweiler, que murió hace unas semanas. Sí una gran compañero de juego, que compartió conmigo la soledad que nos embargaba a ambos. Esa soledad que sientes cuando aún rodeada de otras personas, estás como ausente de ese entorno, y te embarga un extraño sentimiento de eso, si de soledad.
Pues bien, le doy gracias a Dios por dejarme conservarlo durante el tiempo que estuvo conmigo, a ese compañero que alegró mi vida tantas veces, cuando reclinaba su cabeza y se quedaba dormido sobre mis rodillas, cuando le contaba mis penurias.Gracias Señor por mi perrito!!!
